En el discurso a sus hermanos reunidos en el Capítulo General, León XIV los anima a continuar la misión evangelizadora, tan necesaria hoy en día. Recuerda que la vocación y la formación no son realidades preestablecidas, sino una aventura espiritual. Pide que se ayude a los jóvenes a vislumbrar la belleza de su vocación. Luego los invita a permanecer fieles a la pobreza evangélica.

Esta es la paz de Cristo Resucitado, una paz desarmada y desarmante (…) (Palabras dirigidas a los fieles desde la Basílica de San Pedro tras su elección, 8-V-2025).

ENCUENTRO CON LOS AGUSTINOS

