El Papa Francisco aprovechará su viaje a México para denunciar la violencia a los derechos humanos de los migrantes debido a que el gobierno actúa en contradicción a sus programas migratorios “al solapar conductas corruptas y delictivas que maltratan la dignidad” de los extranjeros que llegan al país.
En su editorial, el semanal católico Desde La fe señaló que en la peregrinación del Pontífice al sureste mexicano “será signo para señalar la violencia de este país como puerta de entrada de miles de extranjeros quienes también forman parte de nuestra historia”.
“Ignorar los gravísimos problemas de la cuestión migratoria tendrá efectos lamentables para nuestro desarrollo”, expuso el documento.
La Arquidiócesis de México afirmó que el sistema migratorio mexicano deporta a miles de extranjeros, cuestionando la viabilidad de las actuales políticas nacionales para tutelar las garantías y derechos humanos de los migrantes.
“México parece actuar de manera contraria al solapar conductas corruptas y delictivas que maltratan la dignidad de los migrantes, en contradicción con los programas migratorios ofrecidos como panacea”, denunció.
Agregó que la diplomacia mexicana “débil y de ocasión no afronta las amenazas de políticos estadounidenses boquiflojos, amagando con deportaciones masivas, muros divisorios y, prácticamente, el estado de guerra contra los migrantes”.
Además de su discurso en Chiapas, donde se prevé que el Papa Francisco tendrá en su oración a cada migrantes, en su visita a Ciudad Juárez, Chihuahua, el Pontífice también conmoverá “el muro del odio” y estremecerá las conciencias al advertir a la población de cada muerte anónima y del sufrimiento en ambos lados de la frontera.
“Al caminar hacia la línea divisoria, el Papa dirá al mundo que todos somos migrantes y que la Iglesia, por el poder del Evangelio, la solidaridad y el amor, atraviesa cualquier muro y alambrada en pos de la esperanza y soluciones racionales inmunes de hipocresías y nacionalismo proteccionistas, para advertirnos de la urgente rendición de la política migratoria mexicana y vencer la impunidad ante muchísimas muertes que nos enlutan y avergüenzan”, dice el editorial.
La Iglesia aseguró que la presencia de la Santidad en México será aliciente para motivar la transformación verdadera del país para que no quede en los discursos.
“La cuestión migratoria propiciaría un nuevo estado de cosas para que no impere la cultura del descarte agotando nuestra vitalidad nacional”, indicó.