En la segunda jornada de la Asamblea General del VAP que se está celebrando en el Centro Intipungo, los participantes continuaron, dirigidos por el Sr. Pablo del Hierro, con su formación y con la elaboración del Plan Pastoral 2016-2020.

Previamente, en la Eucaristía de inicio, el P.Francisco Montaluisa fue quien predicó. En la misma, adelantó el tema a compartir por el Sr. Pablo del Hierro, “¿Qué es la visión y misión?”, precisando que la visión es el sueño o el objetivo, mientras que la misión es “aquello que vamos concretando”.

A continuación, comentando el Evangelio del día (Mt 8,23-27), el P.Francisco indicó cómo los miembros de la Iglesia hoy no debemos desesperarnos ante las dificultades que atraviesa la barca de Pedro, ya que Jesús está con nosotros y nos da la paz. “Tenemos que resolver las crisis –dijo- acudiendo a Él, que es quien nos ha convocado”.

Finalmente, recordó las notas que debe evidenciar la Iglesia y que mencionó el día anterior Monseñor Rafael Cob: la unidad, el anuncio del Reino como misioneros, la corresponsabilidad y el testimonio vivo.

A continuación, ya en la jornada de trabajo de la Asamblea General, fue el tiempo de abordar la teoría sobre lo que es y no es un Plan Pastoral y los dos aspectos básicos: la misión, o la realidad de la que se parte, y la visión, o el horizonte al que se quiere llegar. “No partimos de cero –indicó el ponente, Sr. Pablo del Hierro-, ya que todos tenemos una experiencia y, a la vez, la Iglesia tiene una tradición”.

En este sentido, el Sr. Pablo del Hierro, citando el documento de Puebla, de 1979, definió lo que es un Plan Pastoral: “Es la manera concreta de poner en práctica las opciones pastorales”. De ahí, se aprovechó para explicar que se trata de partir de un diagnóstico de la realidad para entresacar los elementos principales en los que se quiere intervenir.

En cuanto al método, el ponente matizó que no se trata de una tarea para unos cuantos expertos, sino que hablamos de una tarea participativa. “Los expertos están al servicio de los demás, para que haya planificación de conjunto”.

Así, el Plan Pastoral no sería otra cosa que una toma de decisiones entre unas alternativas posibles de la realidad concreta para racionalizar anticipadamente combinando los recursos y las actividades con el fin de lograr los objetivos.

No obstante, el Sr. Pablo del Hierro advirtió sobre la tentación de elaborar documentos excesivamente teóricos. “No es para tener un plan maravilloso, sino un plan que se vaya aplicando día a día para transformar la realidad hacia los valores del Reino”, apuntó.

Para conseguir este plan realista, hay que tener muy en cuenta el diagnóstico de la realidad, el objetivo trazado y el camino a recorrer, incluyendo un tiempo concreto que enmarque el plan, las evaluaciones, las estrategias y las personas involucradas, que debe ser la comunidad, a la cual hay que trasladar el documento para que lo haga suyo.

La mañana se cerró con la formación de grupos de trabajo y el inicio de la discusión para la elaboración de los objetivos generales y específicos del Plan Pastoral, que continuó por la tarde con los debates desde las distintas macroáreas pastorales, en las que se trabajó los desafíos y los objetivos.

Asamblea general, segunda jornada: misión y visión